Una apuesta por la máxima luminosidad: esta es la premisa de diseño de las cocinas nórdicas. Este estilo de interiorismo prefiere las tonalidades blancas que amplifican los espacios y el uso de materiales naturales que aportan calidez.
Con los largos inviernos escandinavos que obligan a pasar una larga temporada en el hogar, las cocinas de las casas nórdicas se diseñan siguiendo el concepto danés conocido como “hygge”, que se relaciona con sentimientos de bienestar y satisfacción, donde lo acogedor y lo funcional van de la mano.
Si quieres descubrir las claves para traer el confort y la luz del estilo nórdico a tu cocina, en este artículo conocerás las principales características de este estilo de diseño y nuestros mejores consejos para lograrlo. ¡Lee con atención!
Características De Las Cocinas Nórdicas
Las cocinas nórdicas modernas integran funcionalidad sin sacrificar comodidad. Al igual que el minimalismo, para el estilo nórdico el equilibrio se logra al incorporar cada elemento en su justa medida. Es por esto que no hay lugar para excentricidades que no agreguen confort o practicidad.
Siguiendo este concepto, las cocinas incorporan muebles con líneas sencillas, texturas y materiales que generan una atmósfera cálida y lámparas que favorecen no solo la luminosidad, sino que crean un ambiente acogedor.
Dado su enfoque por lo esencial, las cocinas nórdicas prefieren los tonos neutros. Sin embargo, en sus interpretaciones más actuales admiten paletas de colores que recuerdan a la naturaleza (como verdes o beiges) o, incluso, algunos tonos pastel para evocar un concepto más retro.
Ten en cuenta que, además de crear un espacio perfecto para preparar alimentos, las cocinas nórdicas son un lugar ideal para compartir con familiares y amigos. ¡Así que enfócate en diseñar un espacio confortable para socializar!
5 Claves Para Diseñar Cocinas Nórdicas
1. La madera es la protagonista
Si hay un material protagonista en las cocinas nórdicas, esa es la madera. Reconocida por aportar calidez, es ideal para incorporar en distintas superficies. Por ejemplo, en las cubiertas de cocina o la zona de salpicadero, trayendo el encanto de la naturaleza al interior del hogar.
Para hacerlo, los revestimientos que imitan a la madera natural, como los porcelanatos o piedras sinterizadas, son una excelente alternativa, ya que no necesitan mantenimiento, ¡son fáciles de limpiar y son ultra higiénicos!
También puedes traer este encanto en la decoración. Incorpora elementos funcionales de madera, como taburetes, utensilios de cocina en madera, objetos decorativos como contenedores para las frutas, repisas, cuadros, etc.
2. Porcelanatos efecto madera para los pisos
Si quieres aprovechar al máximo el efecto visual de la madera, instalar pisos de porcelanatos de imitación madera puede ser una excelente alternativa. Su principal ventaja es que no requieren mantenimiento especial y son ¡ideales para áreas de alto tránsito!
Además, debes considerar que los pisos de la cocina están expuestos a un constante derrame de líquidos y aceites, propio de la preparación de alimentos. Utilizar un revestimiento que no necesite más que una mopa humedecida con jabón para remover cualquier mancha es, sin dudas, lo ideal para tu cocina nórdica.
Su versatilidad te permitirá también rediseñar si a futuro quieres conseguir otros estilos, como cocinas estilo nórdico industrial hasta rústicas o boho chic.
En resumen, instalar porcelanatos es una inversión a largo plazo, pues es uno de los materiales más duraderos que existen en el mercado actualmente. Resistente a la humedad, a los golpes, caídas de objetos puntiagudos y a los cambios de temperatura.
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3. Revestimientos tipo mármol para el salpicadero
Para favorecer la luminosidad en las cocinas nórdicas, los salpicaderos de cocina tipo mármol blanco son una opción muy recomendada. Estos aportan un toque de distinción y exclusividad, a la vez que permite que la luz se refleje en todo el espacio.
También puedes diseñar una cocina nórdica negra incorporando el toque sofisticado del mármol en sus tonalidades más opacas en el salpicadero.
Para los salpicaderos te recomendamos las cerámicas de cocina, que al igual que los porcelanatos, son un material resistente y duradero, pero más asequible e ideales para muros. La razón para no usar porcelanatos es que no necesitas que el salpicadero sea tan duro como el piso, pues el riesgo de golpes o rayones es mucho menor.
Encuentra cerámicas tipo ladrillo efecto mármol, acabados lisos o brillantes y juega con los diferentes patrones de instalación para crear un diseño atractivo; como chevron o escama de pez. Otras opciones son las mallas decorativas o cerámicas tipo metro blanco como una alternativa perfecta para tus muros.
4. Colores Neutros
Las tonalidades blancas se llevan de maravilla con la madera y es uno de los colores más utilizados en las cocinas nórdicas. Por lo general, este color viste los muros, aunque se puede extender a los cajones e, incluso, a los pisos.
El blanco refleja la luz —tan escasa en los países escandinavos— y amplifica visualmente los espacios, por eso es el color por excelencia del estilo nórdico. Aun así, como explicamos al comienzo del artículo, optar por una cocina escandinava no significa que debas renunciar al color.
Puedes incorporar toques de colores claros o pasteles en complementos como lámparas, utensilios u objetos decorativos. Incluso, puedes crear un muro decorado con papel mural, eso sí, siempre manteniendo la neutralidad.
5. Plantas, fibras naturales y mucha luz natural
Para romper un poco con la sobriedad de los materiales y los colores del estilo nórdico, incorpora elementos específicos que elevarán el diseño de tu cocina. Lo más importante es asegurarte de que la luz natural fluye por todo el espacio, así que evita las cortinas pesadas y las divisiones sólidas (siempre puedes optar por divisiones de vidrio).
De igual manera, ábrele la puerta a las fibras naturales y tejidos como bambú, mimbre o textiles, por ejemplo, en taburetes, cestos o canastas. Estos tonos naturales suman calidez a la frialdad que el color blanco puede provocar. En este mismo sentido, las plantas distribuidas estratégicamente ayudan a generar una atmósfera natural y confortable.
Bonus: mantenlo simple y esencial
Recuerda que, para el estilo nórdico, el equilibrio se consigue con la moderación: la cantidad perfecta es fundamental para el bienestar y la felicidad. Esto se traduce en incluir solo lo que es esencial para asegurar la funcionalidad y el confort de la cocina.
Evita atiborrarla con elementos decorativos o un exceso de utensilios que nunca usarás. Esto es especialmente importante si tienes una cocina pequeña, en cuyo caso la sencillez se convierte en una necesidad más que en una opción.
Las cocinas nórdicas, como uno de los espacios más importantes de la casa, muestran un carácter práctico que prioriza la simplicidad y el orden.
Hemos llegado al final de este recorrido de inspiración, ¡pero tu historia apenas comienza! Visita nuestra tienda virtual y conoce todos los productos que tenemos para que diseñes tu cocina ideal. En Duomo encuentras revestimientos, griferías, salpicaderos y cubiertas para tus encimeras. ¡Te esperamos!